Al comercializar nuestros productos en mercados muy exclusivos y de altas exigencias, debemos asegurar la integridad y denominación específica de los productos que ofrecemos. Las certificaciones Kosher y Halal permiten otorgarles a nuestros productos un tratamiento diferenciado en función de un producto regular, con el fin de satisfacer las exigencias de comunidades judías en cuando a los alimentos que consumen.